El Poder Dual de la Fe
La Fe Como Bálsamo o Carga
La espiritualidad y la religiosidad han sido objeto de estudio en múltiples áreas de la salud, ya que se ha observado que las creencias y las prácticas religiosas pueden influir en el afrontamiento del estrés, modular la respuesta inmunológica e incluso afectar la función cerebral.
Imagina dos personas que enfrentan una crisis severa. Ambas son religiosas, ambas oran fervientemente. Sin embargo, una de ellas encuentra paz, aceptación y fortaleza en su fe, mientras que la otra se siente castigada, abandonada y sumida en la culpa. ¿Qué diferencia sus experiencias? La ciencia lo llama afrontamiento religioso positivo y negativo.
Diversos estudios han mostrado que el modo en que las personas interpretan y enfrentan sus desafíos –ya sea a través de un afrontamiento religioso positivo (por ejemplo, ver el dolor como parte de un camino hacia el crecimiento personal) o negativo (percibirlo como un castigo)– se asocia con patrones de actividad cerebral y respuestas biológicas diferenciadas.
En este artículo, exploraremos cómo la relación con lo divino puede influir en la salud mental y física, respaldado por hallazgos sorprendentes de la psicología y la neurociencia.
1. ¿Qué es el Afrontamiento Religioso?
El afrontamiento religioso es la manera en que las personas usan sus creencias y prácticas religiosas para manejar el estrés. Existen dos tipos principales:
Afrontamiento religioso positivo: Se basa en una percepción de Dios como amoroso, protector y justo. Implica confianza, gratitud y la búsqueda de significado.
Afrontamiento religioso negativo: Se caracteriza por ver a Dios como castigador, indiferente o injusto. Genera culpa, desesperanza y conflictos espirituales.
La ciencia ha demostrado que estas dos formas pueden determinar cómo una persona enfrenta enfermedades, pérdidas y crisis.
2. La Ciencia del Afrontamiento Religioso: Lo Que Revelan los Estudios
Beneficios del Afrontamiento Religioso Positivo
Reducción del estrés y la inflamación: Estudios han encontrado que la oración y la meditación espiritual reducen los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y la inflamación crónica (Koenig, 2012).
Mayor resiliencia ante enfermedades: Pacientes con cáncer y enfermedades crónicas que usan el afrontamiento religioso positivo presentan mejor calidad de vida y menor depresión (Pargament et al., 2011).
Mejor salud cardiovascular: La participación en actividades religiosas se asocia con menor riesgo de hipertensión y enfermedades del corazón (Levin, 2014).
Consecuencias del Afrontamiento Religioso Negativo
Mayor riesgo de depresión y ansiedad: Estudios muestran que quienes creen que Dios los está castigando o los ha abandonado presentan niveles más altos de depresión y ansiedad (Ano & Vasconcelles, 2005).
Peor recuperación de enfermedades: Pacientes con afrontamiento religioso negativo tienen tiempos de recuperación más largos y más complicaciones médicas (Koenig, 2012).
Mayor mortalidad: Un metaanálisis sugiere que el conflicto religioso interno puede estar relacionado con una menor esperanza de vida (Hill & Pargament, 2008).
3. ¿Cómo Transformar el Afrontamiento Religioso Negativo en Positivo?
Estrategias Basadas en la Ciencia
Reinterpretar la Relación con Dios: Enfocar la espiritualidad en el amor y la compasión en lugar del castigo.
Practicar la Gratitud Espiritual: Estudios muestran que el agradecimiento disminuye la depresión y aumenta la felicidad (Emmons & McCullough, 2003).
Buscar Apoyo en la Comunidad: Participar en grupos religiosos positivos mejora el bienestar y reduce el aislamiento.
Mindfulness Espiritual: La meditación centrada en la compasión y el perdón ayuda a reducir el estrés.
Psicoterapia Basada en la Fe: Terapias como la Terapia Cognitivo-Espiritual han demostrado ser efectivas en transformar el afrontamiento negativo (Pargament et al., 2011).
Conclusión
La evidencia científica sugiere que la forma en que cada persona utiliza sus creencias espirituales para afrontar la vida tiene repercusiones en su salud física, emocional y en el funcionamiento cerebral. Intervenciones que promuevan un afrontamiento religioso positivo, basadas en el fortalecimiento del significado personal y el apoyo comunitario, pueden ser un complemento valioso para estrategias terapéuticas tradicionales. Sin embargo, es fundamental individualizar el abordaje, ya que el uso negativo o distorsionado de la religión puede agravar la respuesta al estrés. ¿Cómo es tu relación con la espiritualidad? Reflexionar sobre esto podría cambiar tu salud y tu vida.
Referencias Científicas
Koenig, H. G., King, D. E., & Carson, V. B. (1997). Attendance at Religious Services, Interleukin‐6, and Other Biological Indicators of Immune Function in Older Adults. DOI: 10.2190/40NF-Q9Y2-0GG7-4WH6
Pargament, K. I., Feuille, M., & Burdzy, D. (2011). The Brief RCOPE: Current psychometric status of a short measure of religious coping. Religions, 2(1), 51–76. DOI: 10.3390/rel2010051
Miller, L. J. (2021). The Awakened Brain: The New Science of Spirituality and Our Quest for an Inspired Life. Penguin Random House. Disponible en: https://www.penguinrandomhouse.com/books/608347/the-awakened-brain-by-lisa-miller-phd/